Desde hace años, aplicaciones como Google Maps, Waze o Radarbot han supuesto una revolución para los conductores al ofrecer información en tiempo real sobre el estado del tráfico, cortes en carretera y, sobre todo, la ubicación de los radares. Sin embargo, este último punto lleva tiempo generando tensión con las autoridades, especialmente con la Dirección General de Tráfico (DGT) en España.
La DGT lleva más de cinco años intentando limitar que las apps de navegación muestren la ubicación de ciertos controles en carretera, sobre todo aquellos destinados a detectar infracciones graves como el consumo de alcohol y drogas al volante. El objetivo es claro: evitar que los conductores puedan esquivar estos controles simplemente consultando una app, lo que podría poner en peligro la seguridad vial.
Hasta ahora, no ha sido posible implementar una restricción real, pero ahora la Dirección General de Tráfico se plantea imitar el modelo francés, que ya está en funcionamiento desde 2021.
En el país vecino, desde mayo de 2021, está prohibido que las apps de navegación indiquen la localización exacta de controles policiales si estos forman parte de un operativo destinado a detener a personas concretas, como por ejemplo controles por terrorismo, narcotráfico, conducción bajo los efectos del alcohol o drogas.
Sin embargo, Francia no prohíbe todos los avisos. En su lugar, permite que se informe de forma genérica que existe un "peligro" en un tramo de varios kilómetros (hasta 10 km en autopista), pero sin mostrar la ubicación exacta del radar o control. Este sistema ha sido acordado entre el Gobierno francés y los principales desarrolladores de apps, quienes están obligados a desactivar los avisos precisos en estas zonas durante un tiempo determinado.
Se trataría de no eliminar por completo los avisos de radares y controles —algo difícilmente justificable ante los conductores y las propias empresas de tecnología—, sino de limitar la precisión con la que se informa cuando esté en juego la seguridad o se trate de operativos sensibles.
La dificultad en España radica en cómo implementar esta medida de forma legal. A día de hoy, ninguna norma impide a una aplicación compartir información pública o proporcionada por los usuarios, y la privacidad de estos datos es un elemento clave. No obstante, desde Tráfico consideran que en situaciones concretas y justificadas, se podría limitar el acceso a estos datos sin vulnerar derechos.
Para los conductores, las aplicaciones de navegación con avisos de radar son una herramienta útil. No solo sirven para evitar multas, sino también para recordar límites de velocidad, adaptarse al estado del tráfico o evitar zonas conflictivas.
Pero las autoridades se enfrentan a un dilema. Avisar de un radar fijo puede mejorar la seguridad si logra que los conductores reduzcan su velocidad, pero avisar de un control de drogas o alcohol en tiempo real puede, en cambio, permitir que personas en condiciones peligrosas al volante esquiven la sanción.
En este punto entra la necesidad de encontrar un equilibrio entre la utilidad de estas apps y la necesidad de garantizar la seguridad vial.
Por ahora, no hay una decisión firme tomada, pero todo apunta a que la DGT podría mover ficha en los próximos meses para impulsar un sistema similar al francés. El objetivo no es perseguir a las aplicaciones o sus usuarios, sino garantizar que no se obstaculicen operaciones de tráfico fundamentales.
Mientras tanto, las apps como Google Maps y Waze continúan ofreciendo avisos proporcionados por su comunidad de usuarios, y son conscientes de que un posible cambio en la legislación puede obligarles a modificar el funcionamiento de sus plataformas en determinadas circunstancias.
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